La Habana, Cuba. – Mayo, primer mes del periodo lluvioso, llegó con pronósticos y certezas que indican a un favorable comportamiento de las precipitaciones, muy cercano a la media histórica anual.

Las lluvias recientes, aunque no representan una recuperación definitiva para los embalses del país, contienen el decrecimiento de algunas fuentes de abasto en Granma, La Habana, y Santiago de Cuba, esta última con 635 mil habitantes afectados por la intensa sequía desde 2014.

En estos momentos, explicó el ingeniero Abel Salas García, vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, los embalses del país acumulan un 37 por ciento de su capacidad, volúmenes insuficientes para cubrir el déficit de agua.

Destacó que se requieren precipitaciones sostenidas para revertir el problema de la sequía, por lo que la acción esencial es el ahorro en toda Cuba.