Me siento muy orgulloso de vivir en mi Habana, que posee por su atractivo mítico, lo cálido y acogedor de su ambiente, el título de Ciudad Maravilla, expresó a Enfoque, Lorner Quintero, quien reside en el municipio del Cerro.

El enamorado de la capital cubana -como se refiere a sí mismo- afirma que caminar por sus calles, visitar sus diversos museos, restaurantes, plazas e iglesias son experiencias que no debe perderse ningún visitante. Entre los entornos que sugiere recorrer menciona a La Habana Vieja, cuyo centro histórico fue declarado hace varias décadas Patrimonio de la Humanidad.

Lorner Quintero, quien nació en el municipio Playa y ahora reside en el Cerro, manifiesta entre risas a este espacio sabatino que la arquitectura, el paisaje, la cultura y la gente de la capital de todos los cubanos son increíbles; una ciudad encantadora detenida en el tiempo

El cuidado: el mejor homenaje

No hay mejor homenaje para La Habana que contribuir al cuidado de su higiene, no solo basta que sea una ciudad maravillosa por su arquitectura: la conservación del entorno vale mucho más, afirmó a Enfoque Cindy Campaneria, residente del municipio Plaza de la Revolución.

La joven expresa su orgullo al recorrer a diario las calles de la capital, pero muestra preocupación ya que algunos sitios necesitan atención urgente porque NO tienen un buen estado higiénico.

Ella, desde El Vedado, ha contribuido con sus vecinos a subsanar ese problema porque siente que es su deber, y con mucha identidad resaltó que no se irá de la ciudad que la vio nacer.

Campanería destacó a Enfoque que, anclada en el tiempo, con sus edificios coloniales y sus viejos automóviles, La Habana conserva aún un encanto irresistible para todo aquel que pasea por sus arterias.