El Estado cubano siempre ha estado inmerso en una constante búsqueda de alternativas a los problemas económicos y sociales, en aras de garantizar los servicios básicos a la sociedad.

La política económica y social que caracteriza a nuestro proyecto revolucionario es consecuente con sus aspiraciones y objetivos de igualdad y justicia social para todos.

Sin embargo, la puesta en vigor de acciones en función del bienestar de la población se ha visto muchas veces afectada en su calidad y amplitud, por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos a nuestro país por casi 60 años.

No obstante, el régimen de seguridad social en Cuba se rige bajo los principios de Solidaridad, Universalidad, comprensibilidad e integralidad, dirigidos a todos.

Seguridad para todos

Con el fin de contribuir a paliar las dificultades en sectores claves de nuestra sociedad, en Cuba se mantienen regulaciones y programas de atención a las personas con limitados recursos, casos sociales, madres solteras y hogares con bajos ingresos.

En este sentido destacan los Regímenes de Seguridad Social y el de Asistencia Social con especial beneficio para los grupos vulnerables de la población, en particular ancianos, impedidos físicos, enfermos crónicos y gestantes.

Estos sectores reciben protección con subsidios que pueden ser por enfermedad, invalidez, vejez, muerte, pensión por necesidad, o a menores sin amparo familiar. Sin duda, Cuba es un paradigma a seguir en cómo garantizar los derechos básicos de todas las personas por medio de programas sociales justos y con igualdad de oportunidades.