El sistema de salud cubano ha sido capaz de enfrentar epidemias y mitigar sus efectos negativos gracias a los trabajos preventivos que caracterizan a la medicina.

En todo el país se lleva a cabo una ofensiva que tiene como máxima la erradicación del vector, donde participan no solo las brigadas especializadas de salud pública sino que cuenta con el apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

La amenaza de una epidemia está presente si cada uno no concientiza el peligro que esas enfermedades representan para la vida, evitando el desarrollo del mosquito como agente transmisor, por ello es fundamental realizar el autofocal en todas las casas y centros laborales.

En el caso de las epidemias que pueda transmitir el Aedes como son el dengue, la chikungunya, el zika, se realiza el tratamiento focal que consiste en la revisión de las viviendas, para identificar los focos y destruir los depósitos potenciales

Limpiar la casa no basta

Las brigadas sanitarias recorren los barrios con el propósito identificar los casos infectados que manifiesten síntomas de fiebre, dolor en las articulaciones y manchas rojas en la piel o en los ojos.

Junto a esas labores se realiza el tratamiento adulticida, que es la fumigación de las áreas afectadas, así como la aplicación de insecticidas, medida destinada a eliminar los focos adultos que pueden transmitir enfermedades.

Teniendo en cuenta que no existen vacunas que prevengan estas epidemias u otros tratamientos que curen dichos padecimientos, es necesario concientizar acerca de las medidas que mitiguen mayores daños.

Entre ellas encontramos la eliminación de todos los recipientes que contienen agua, tanto en el interior de las casas como en los alrededores, desechar latas, botellas, así como otros materiales inutilizables en sitios donde pueda aparecer la larva del mosquito.