Recordemos una vez más a José Martí, cuando aseguró que «el patriotismo es, de cuantas se conocen hasta hoy (…) la levadura mejor (entre todas las conocidas) de todas las virtudes humanas».

Comprobamos entonces cuánto enaltece ese atributo a nuestro pueblo, que este domingo suma otra página brillante a su historia. En un acto de profundo contenido patriótico –porque es una responsabilidad colectiva- millones de cubanos concurrimos hoy a las urnas para votar por los delegados de circunscripciones que representarán a sus electores en las asambleas municipales del Poder Popular.

Son candidatos que representan a los ciudadanos en el barrio, en la comunidad campesina, en unidades militares, en centros de enseñanza. Son hombres y mujeres que reúnen cualidades humanas y méritos suficientes para desempeñar la misión de tomar decisiones en nombre del pueblo.

Delegados del pueblo

Los compatriotas cuyos nombres aparecen hoy en las boletas como candidatos a delegados del Poder Popular en las circunscripciones, llegan avalados por su sólido prestigio político y social. Sin otra pretensión que servir a la Patria. Integran una especie de compendio de generaciones consagradas al fortalecimiento de la Revolución.

Hay entre los candidatos: dirigentes, científicos, obreros, maestros, artistas, escritores, deportistas, estudiantes, campesinos, combatientes de nuestras instituciones armadas. En esos hombres y mujeres nos sentimos representados los cubanos, confiados en un sistema político y social que día a día prueba su carácter justo, íntegro, democrático.

Las de este domingo son otra contundente prueba de elecciones limpias y participativas; expresión de la democracia que defendemos y debe estar en continuo perfeccionamiento.