La Habana, Cuba. – Por sus características la economía cubana necesita para su desarrollo una amplia canasta de exportaciones vía directa, para incrementar los ingresos, algo bien definido en los Lineamientos de la Política Económica del Partido.

Si bien el empresariado cubano hace esfuerzos sostenidos en esa dirección, factores externos han gravitado de manera coyuntural este año sobre las exportaciones cubanas.

En el 2015, la economía de la Isla registró una contracción en las exportaciones, en el total de los bienes, afectados por la caída en los precios y también por la reducción de los volúmenes exportados de un grupo de productos. Situación que aún se mantiene en 2016.

Uno de los principales renglones exportables de Cuba es el níquel, con precios que mostraron el pasado año una ligera recuperación a nivel del mercado mundial, que totalizaron con un incremento del 8,9 % durante el primer semestre de 2016.

Si bien esa tendencia favoreció las exportaciones de la mayor isla de las Antillas, es un movimiento pendular y transitorio, pues según el Banco Mundial, el precio promedio de la TM de níquel será de unos 12 mil dólares, cifra por encima del precio previsto para 2016, pero inferior al logrado entre 2013 y 2015.

Otro producto líder en las exportaciones cubanas, el azúcar, tiene una tendencia al alza de los precios, alcanzando 20,15 centavos por libra en julio, pero el mismo apunta a estabilizarse a la baja.

En ese contexto de buen precio transitorio, los resultados de la zafra cubana no fueron alentadores, al incumplirse el plan de producción por afectaciones en el rendimiento agroindustrial, producto de la combinación de lluvia y sequía que ha estado afectando a Cuba desde finales de 2015.

En cuanto al turismo el número de visitantes creció un 11,7 % durante el primer semestre, cifra superior a lo planificado para esa etapa del año, algo que resulta muy positivo pero que precisa de suministros y servicios asociados a ese sector.

Otras fuentes de ingresos, los servicios médicos y técnicos presentan una ligera disminución por cambios en los contratos y la gravitación de problemas políticos en Brasil y económicos que ha tenido que afrontar la hermana República de Venezuela, principales  receptores de esos servicios.

En medio del panorama externo, la economía cubana tiene que atrincherarse en un elemento sustancial que es el ahorro, para de esta manera disminuir los gastos, mientras la elevación de la calidad en nuestros principales rublos exportables y la búsqueda de nuevas líneas exportadoras, en particular de servicios y valores agregados, son factores que pueden ayudar a que Cuba enfrente esta situación coyuntural; de la cual es posible salir a partir de la estrategia económica delineada y expuesta en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular y que tiene sus pilares en el ahorro y la eficiencia en cada sector.