El 20 de noviembre de 1787 nació en La Habana el sacerdote y filósofo Félix Varela, el más notable exponente de las ideas independentistas en la primera mitad del siglo XIX en Cuba.

Hijo de madre cubana y padre castellano, Félix Varela fue llevado cuando era muy pequeño a San Agustín de la Florida, Hoy Estados Unidos y por entonces territorio español.

Testimonios de los que lo conocieron en aquella temprana edad contaban que el abuelo materno, coronel de infantería, quiso hacerlo soldado.

El niño, al oír prácticas de tiro en el fuerte de San Marcos, sumamente acongojado, manifestó al abuelo: Mi designio, abuelo, no es matar hombres, sino salvar almas.

Sobre la esclavitud, por cuya supresión abogó, dijo: Aprendí a odiarla de niño y no concibo la falacia sacrílega con que los hombres blancos pretenden someter al negro.

Varela, patriota entero

Félix Varela mostró desde pequeño una gran inteligencia y piedad por las personas pobres y desvalidas, escribió la historiadora Yolanda Díaz.

En las Lecciones de filosofía, que impartió con desvelo Varela, uno de los más ilustres pensadores cubanos, proclamó: Al amor que tiene todo hombre al país en que ha nacido, y al interés que toma en su prosperidad, le llamamos patriotismo.

Varela, quien fue profesor del Colegio-Seminario de San Carlos y San Ambrosio de La Habana, se negó a afiliarse a las tendencias anexionistas y se declaró partidario de la independencia absoluta, que debían lograr íntegramente los cubanos.

José Antonio Saco lo llamó el primero de los cubanos y José Martí lo calificó de patriota entero. El escritor y etnólogo Don Fernando Ortiz afirmó que fue Varela el que dio a los cubanos la primera libertad, la del pensamiento, y la primera independencia, la de la razón.

Amor por la patria

Eduardo Torres-Cuevas, presidente de la Academia de Historia de Cuba, ha manifestado que quien estudie las obras de José de la Luz y Caballero podrá comprobar que desde las primeras hasta las últimas, están inspiradas en la obra de Félix Varela.

Fue Luz quien expresó que Varela era quien nos enseñó primero en pensar, escribió Torres Cuevas en un artículo publicado en 2003, a propósito del bicentenario del natalicio de Félix Varela.

El 25 de febrero de 1853, apenas un mes después del nacimiento de José Martí, muere en Nueva York el presbítero Varela en la pobreza y luego de una larga enfermedad.

A sus hermanas escribió que no volvía a la Isla ni aceptaba perdón por no ser un criminal. Acaso yo he tenido la culpa por haberla querido demasiado, pero no me arrepiento, manifestó Varela, uno de los forjadores de la conciencia nacional cubana.

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