Tokio, Japón.- Un duelo para los paladares más exigentes comienza a cocinarse este jueves en Japón, una de las sedes del IV Clásico Mundial de Béisbol, a partir de las 10:00 p.m., con los actores, Cuba y Australia, quienes buscan pasaporte para la próxima fase.

Esta vez nuestra fe se encomendará al brazo derecho de Lázaro Blanco, cuyo discurso sobre el box agudo y estructurado ha incendiado los ímpetus de sus rivales, sino remitámonos a la pasada Serie del Caribe.

Al ataque la selección cubana deberá actuar como un carro de combate con la capacidad necesaria para dañar el blindaje de un rival, que a pesar de su lejanía geográfica, está muy cerca de la casa del mejor béisbol del mundo, del cual se nutren algunos de sus jugadores.

Si los criollos se imponen este jueves a los australianos, asegurarían butaca para la próxima ronda a donde arribarían abanderados de optimismo.