Por: Beatriz Ramírez, Mayte Pacheco, Gabriela Milena, Ariel Niévares, Reinier Guzmán, Diego Martín y José Luis Álvarez

La Habana, Cuba.- El proyecto Detrás del muro acapara por estos días las miradas de quienes llegan hasta la zona del Malecón habanero para disfrutar de las propuestas de más de 60 artistas cubanos y extranjeros que a través del tema Escenario líquido hacen posible esta muestra expositiva de la XIII Bienal de La Habana.

Entre las características más habituales del proyecto sobresale la posibilidad que ofrece al público de interactuar de forma directa con las obras y sus creadores. Pero si buscamos nuevas esencias, entonces su director Juan Delgado Calzadilla, asegura que en esta edición de la Bienal han llegado también a las comunidades para llevar el arte y al mismo tiempo buscar lo más hermoso y lo más sensible de la gente.

«Detrás del muro puede definirse como proyecto sociocultural», expresó Juan Delgado.  Fotos/ José Luis Álvarez y Beatriz Ramírez

Precisó que cada año más artistas quieren estar en Detrás del muro, y en un intento por definir lo que genera estas motivaciones se refirió a la cercanía del mar y al intenso azul del cielo abierto. Dijo además que la respuesta a la convocatoria fue bastante fuerte y que al principio estuvo prevista la participación de más de 70 artistas, cantidad que disminuyó por problemas de producción y espacio.

Las piezas en exhibición tienen como propósito adherido reverenciar a La Habana en sus casi 500 años de existencia, y algunas de ellas se quedarán en la ciudad después del 12 de mayo –fecha en que concluye la Bienal–, gracias a donaciones que harán los creadores.

Arquitectura, performance, proyecciones audiovisuales y muchos otros moldes para la producción artística acompañan a Detrás del muro, proyecto que devela una inventiva sin límites ante un público cada vez más numeroso.

 Del artista cubano Elio Jesús: Adentro

Entre seis y siete meses estuvo el tiempo de producción de la pieza Adentro.

Columnas con agujeros donde hace sitio el papel sintético puede ser la descripción física de la pieza Adentro del cubano Elio Jesús, quien asegura que su idea consiste en tratar de “adaptar el edificio al contexto, en una especie de metáfora a nivel de lo social, a nivel de país y a nivel de cultura”.

El artista al acercarnos a ese concepto profundo describe que lo que hace “es trabajar con los agujeros y con las brechas que existen a nivel de sociedad, o sea, llamar la atención al respecto y también sembrar esa intención de hacer al respecto”.

Insiste en que no se trata solo de hablar metafóricamente sobre los problemas que tenemos sino también de sembrar esa intención de querer hacer algo, de conservar y preservar algo que yace dentro de estas ruinas, como un espacio complejo en el que vivimos, pero donde hay mucho valor; y hay que protegerlo y hacerlo florecer de alguna manera.

Entre seis y siete meses estuvo el tiempo de producción de la pieza, diez días fueron necesarios para el montaje que tuvo al mar por testigo, y todavía está frente a este, ya terminada, sabiéndose parte del proyecto Detrás del muro. Pareciera algo sencillo si no supiéramos los pasos previos al producto final, pero hizo falta mucha dedicación, sobre todo, para conseguir ese papel especial que hace frente a la lluvia para que el arte perdure.

Del artista estadounidense Marcos Lutyens: Mirar sin ver

«Al caminar lentamente sobre esta superficie vas recordando cosas, quizás de la infancia», asegura Marcos Lutyens.

La pieza de Marcos Lutyens tiene como objetivo principal sensibilizar a la gente a través de los pies. El procedimiento es muy sencillo: te quitas los zapatos, te colocas una venda en los ojos y sales a caminar, a experimentar lo que se siente a cada paso por la superficie compuesta de diferentes texturas.

Si esta acción es realizada por una persona ciega, según Lutyens, la decodificación del mensaje será más efectiva, dada a esa condición que educa al tacto. Por eso agradece a cinco ciegos de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), quienes prácticamente inauguraron su obra y estuvieron ayudando a la gente a sentir a través de los pies.

Mirar sin ver surge cuando el autor percibe la realidad que envuelve al arte actual, ese “que hoy en día es más visual, y estamos cada vez más con estos aparatos (teléfonos) que son visuales y auditivos, pero realmente hemos olvidado un poco el sentido del tacto, el olfato y el gusto; y tenemos que volver a retomarlos y sensibilizarnos”. Noble propósito este de rescatar dichos sentidos a través del arte.

“En el malecón hay muchas obras que son más que nada visual; las ves de lejos, te acercas, las ves un poco, pero yo creo que lo importante de esta obra es que crea como una comunidad y la gente interactúa y disfruta”, explica Lutyens. Y si de recomendaciones se trata insiste en que lo ideal es caminar con los ojos vendados porque entras en otro mundo.

“En nuestras sociedades creo que tenemos cada vez más prisa por hacer todo lo más rápido posible y esto precisamente se trata de ir más despacio, porque no estamos seguros de nosotros mismos”, agregó.

Del cubano Ricardo Rodríguez: El pesar de ciertas cosas

El performance también como expresión artística en la XIII Bienal de La Habana.

El pesar de ciertas cosas es un performance que reflexiona sobre el viaje como trayecto hacia experiencias y soluciones donde el pesar se recrea como discurso, proponiendo un diálogo entre el itinerario, las cargas que conllevan los cambios de lugares, los costos del desplazamiento, las angustias, las fatigas, y las nostalgias del hacer y deshacer el equipaje.

Según Ricardo Rodríguez, entregarse al arte en vivo es un proceso muy interesante porque da la posibilidad de trabajar con el público que está en la calle. “Durante el desarrollo del performance, puede pasar desde una señora que está vendiendo chicles hasta un señor que te interrumpe, pero todo te enriquece, porque además tú estás viendo si lo que estás diciendo es parte creíble o no de tu discurso artístico”, subrayó.

En su creación, Rodríguez transmite un pesar que incluso se traduce en cifras, imágenes, acciones, encuentros, intercambios y alegrías que igual no representan el todo, pero devienen proceso de creación de arte. La conformación del equipaje permitido en un viaje regular de avión, y acomodar y organizar productos y objetos comprobando el peso permisible, matizan el desarrollo de la trama.

Adentro, Mirar sin ver y El pesar de ciertas cosas, tres ejemplos de lo que nos aguarda si vamos en busca de las propuestas del proyecto Detrás del Muro. Radio Reloj invita y comparte la siguiente infografía con los puntos donde se encuentran las obras de los artistas cubanos y extranjeros en la zona del Malecón. ¡Aún hay tiempo, la XIII Bienal de La Habana te espera!