Luis Enrique Camejo, el segundo de izquierda a derecha.

Luis Enrique Camejo, el segundo de izquierda a derecha.

«Un puerto es un lugar encantador  para el alma fatigada de luchar por la vida. La amplitud del cielo, la arquitectura movible de las nubes, las coloraciones cambiantes del mar, el centelleo de los faros, son un prisma maravillosamente  apropiado para distraer los ojos, sin cansarlos jamás. Las formas esbeltas de los navíos, de complicado aparejo, a los que el oleaje imprime  oscilaciones armoniosas, sirven para mantener en el alma la afición al ritmo y a la belleza».  Charles Baudelaire 

El ambiente citadino es para Luis Enrique Camejo el lugar donde acontece y se desata la vida contemporánea. No son sus intimidades, ni escenas interiores los motivos de inspiración del artista. Su interés se sitúa en la relación fugaz, inmediata del hombre con su entorno.

Es por ello que el paisaje urbano vuelve una y otra vez, en las pinturas y acuarelas de Luis Enrique Camejo, para insistir en el tiempo y la velocidad como premisa social. Carros, bicicletas, autobuses, transeúntes ocasionales, personajes anónimos parecen estar siempre en marcha, en una carrera continua como resultado de una realidad siempre en movimiento.

Con su muestra personal Ciudades dos, que se exhibe en el Centro Hispanoamericano de Cultura hasta el 31 de agosto, el destacado artista enseña su percepción de distintas urbes como La Habana, Venecia, Barcelona, París y Nueva York.

Camejo ha captado con escasos elementos la atmósfera citadina con visiones contemporáneas y técnicas como la pintura y la acuarela.

Urbe en movimiento.

Ciudades dos presenta la luz como protagonista y  encargada de preparar las atmósferas. La pincelada es sinuosa y ligera, y en ocasiones acude al chorreado.

La instantaneidad de sus escenas citadinas es el motivo que encuentra Camejo para mostrar la velocidad de nuestros tiempos, la dinámica de la urbe y lo tormentoso de la vida actual, ya que sus personajes nunca están en reposo.

La muestra personal presenta pinturas de distintos formatos, donde la temática citadina es recurrente. Luis Enrique Camejo utiliza disímiles tonalidades de colores para expresar su percepción de los ambientes urbanos, elemento que ha marcado todo su trabajo artístico. Su perspectiva es fotográfica suficiente para captar la arquitectura y el trazado de la región.

El hombre de la ciudad

Considerado uno de los artistas más representativos del arte cubano contemporáneo, a partir de la segunda mitad de la década del noventa, Luis Enrique Camejo integra la línea de auto referencialidad en la pintura cubana. Con una obra que despide aromas y visiones inigualables, devela constantemente paisajes urbanos, llenos de historias y personajes que recuerda.

Nació en Pinar del Río, en 1971. Por sus excelentes resultados en el Instituto Superior de Arte pasa a ser profesor de pintura de esa institución hasta 2007. Ha realizado 33 exposiciones personales y más de 100 colectivas en Cuba y el resto del mundo.

Entre sus obras más conocidas sobresale la serie Salida, la serie Malecón y Montaje, y ha obtenido varios galardones como el Primer Premio en la V Competición Nicomedes García Gómez, que aconteció en Segovia, España, en el año 2002. Muchas de sus piezas se han expuesto en países como Alemania, Canadá, Ecuador, El Líbano, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, México, Panamá, Perú, Puerto Rico y Suiza.