Fotos/La Jiribilla

Persistente en su itinerancia por América Latina, importantes universidades de esta región y hasta televisoras o líderes políticos, reclaman su experiencia académica y sobre todo ese don de maestro formador de valores imprescindibles para la vida.

A sus 74 años, el reconocido director teatral y promotor cultural Huberto Llamas sigue en activo. Aprovecha una corta estancia en La Habana para impartir un taller libre sobre técnicas del manejo de la voz y expresión corporal, este jueves en la sala teatro «Abelardo Estorino» del Ministerio de Cultura.

Su objetivo es dotar de útiles herramientas a toda persona interesada en mejorar su proyección como comunicador, algo tan válido para un actor, un locutor o un periodista, que para un maestro, un médico y hasta una jefa de despacho.

Nos estamos acostumbrando a vivir en silencios prolongados y eso lastra las relaciones humanas, se lamenta Huberto Llamas.

Pensar en colectividad para crecer

El taller que el profesor Huberto Llamas impartirá el jueves en la sala-teatro «Abelardo Estorino» del Ministerio de Cultura tratará sobre proyección fonética, dicción, articulación, imagen, fraseo de la lectura.

Pero -como él explica-propiciará además la reflexión acerca de deudas que se aprecian en casi todo el mundo en la formación de valores éticos y de conducta cuya responsabilidad recae esencialmente en la familia.

Para levantar un país hay que contar con el esfuerzo y la honestidad de cada persona, pero hay que pensar en colectividad, expresa Huberto Llamas.

Desde hace años me muevo en el ámbito latinoamericano y conozco cuán dura es la realidad de tantos niños que viven en las calles, abandonados, limpiando carros, pidiendo limosnas, durmiendo en los portales, ante la indiferencia de los opulentos.

Cuba es privilegiada en eso, pero hay que aprender de esas lecciones, nos dice el maestro y artista.

La cultura salva

Huberto Llamas sentó hitos en la historia del teatro en Cuba, sobre todo el de carácter comunitario. Inolvidables fueron sus montajes de obras como Santa Camila de la Habana Vieja, Andoba, Réquiem por Yarini, Clave por Rita Montaner y la Cantata por la Paz.

Por siempre, en su memoria, aquellos encuentros en el barrio La Güinera con el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.

Atesora el título de Héroe Nacional del Trabajo y la condición de Vanguardia Nacional del sindicato de la cultura. Su experiencia la ha volcado desde hace más de 20 años en proyectos sociales en América Latina, donde -asegura- se está muriendo el teatro.

Consciente de que la cultura salva, Huberto Llamas ha llevado sus saberes a muchas comunidades para que niños y jóvenes, sumidos en la pobreza y la delincuencia, hallen alicientes esperanzadores para sus vidas.

Ahora lo ilusiona un hermoso proyecto de teatro comunitario que dirige en Alto de los Lagos, Colón, Panamá.