Foto tomada de Granma

Un equipo internacional de expertos realizó un experimento que probaría con mayor precisión el efecto de la privación del sueño sobre los niveles de la proteína beta amiloide en humanos.

Los resultados arrojaron que dejar de dormir se asoció con un aumento significativo de dicha sustancia en el cerebro, además, se observaron aumentos de la proteína en regiones importantes para la memoria y el pensamiento.

Coinciden los expertos en que al no dormir, las neuronas continúan trabajando, lo que puede conducir a una acumulación de beta amiloide, y también es posible que el sueño ayude a la eliminación de productos de desecho del cerebro, pues las neuronas disminuyen de tamaño.

Sin embargo, se necesitan más estudios para vincular directamente la falta de sueño con el riesgo de la enfermedad de Alzheimer, aclaran los científicos.