Un estudio publicado en la revista NeuroImage revela que la siesta es importante para la memoria, pues durante el sueño las neuronas replican los circuitos cerebrales, utilizados en el aprendizaje y fortalecen el recuerdo.

Realizada por neurocientíficos de la Universidad de Alberta, en Canadá, la investigación asegura que los recuerdos aumentan durante el sueño de ondas lentas, el cual se experimenta en las siestas, justo antes del sueño paradoxal o profundo.

El estudio no asegura la efectividad en personas con enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o demencia, pero sí podría ser útil para los estudiantes que necesiten memorizar gran cantidad de información para un examen.

Los científicos consideran la posible comercialización en el futuro de un dispositivo de control del sueño para que las personas puedan provocar un sueño de onda lenta, luego de estudiar y así consolidar su memoria.