Matanzas, Cuba.- La presencia en suelo matancero de las llamadas especies invasoras, como el marabú y la casuarina, perjudica los cultivos, erosiona los suelos y daña humedales, costas o sabanas.

En opinión de los especialistas de la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), esas plantas depredadoras requieren de  un adecuado manejo en beneficio de las áreas cultivadas.

La política ambiental en el territorio se encamina a evitar la pérdida de la diversidad biológica; al tiempo que alerta sobre la expansión desmedida de las especies invasoras que causan ese exterminio.

Los expertos del CITMA, en Matanzas, sostienen que el cambio climático deteriora el hábitat, e incrementa la contaminación y desequilibrios globales, de consecuencias negativas para la biodiversidad.