Epifanio Come-en-cubo continuamente lamenta que no hay viandas en el agro, que están vacías las tiendas y no consigue comida por derecho o «por la izquierda».
Él sale a buscar malanga, y la poca que se encuentra está esmirriada y chiquita, raquítica y macilenta, aunque así mismo la venden como carne de primera.
Con el sol de este verano no hay hortaliza que crezca, ni lechuga, ni tomate, ni berro, ni col, ni acelga… y faltan las ensaladas en el mapa de la mesa.
Epifanio Come-en-cubo se pone que echa candela. ¿Acaso ignora Epifanio que hay que cultivar la tierra, y sembrarla y desyerbarla para que exista cosecha? Y cuando le hablan del campo, él sin pensarlo contesta: «Yo soy alérgico al monte, al sol, al polvo, a la hierba.
Mi guardarraya es La Rampa y mi surco está en Coppelia».