Solían ser las mujeres las más leales devotas de la moda.

Entre todas las demencias, la aberrada y caprichosa, la inconstante, la variable, la que todos llaman “loca”, es aquella que decide los zapatos y la ropa, los tejidos y colores, los peinados y las joyas, y como decide el modo, los tontos la llaman “moda”.

Solían ser las mujeres sus más leales devotas; pero los varones jóvenes hoy son los que más la adoran y aunque la llamen tirana, esclavista y dictadora, siguen al pie de la letra sus fantasiosas reformas.

Personas hay tan pueriles, ingenuas y veleidosas, que viviendo en Jacomino presumen vivir en Roma y están todo el tiempo al tanto de lo que usan en Europa. Gente que por ser más bella acaban por ser idiotas, pues a pesar de la seda, la mona se queda mona.