El paso fue de trascendental importancia en la historia del país: el Partido entraba en una etapa superior de su desarrollo y fortalecimiento.

Aquel 3 de octubre de 1965, el pueblo conoció con satisfacción la noticia de la Constitución del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Se materializaba así el sueño y la aspiración de tantas generaciones de combatientes por la libertad.

En el acto de presentación, Fidel hizo una síntesis de las distintas etapas por las que había pasado nuestro máximo organismo político hasta convertirse, por el voto unánime de los delegados de todos los núcleos del país, en Partido Comunista de Cuba y se refirió a la composición y calidad de los miembros de su Comité Central.

Comienzo de una nueva época

Los nombres leídos por el compañero Fidel Castro, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, correspondían a compañeros que habían acumulado extraordinarios méritos, tanto en la etapa insurreccional como en la posterior consolidación, defensa y desarrollo de la Revolución.

Fidel aludió entonces a la ausencia de quien poseía todos los méritos y todas las virtudes necesarias en el grado más alto para pertenecer a él.

Y a renglón seguido, con voz quebrada por la emoción, dio lectura a la conmovedora carta de despedida del Comandante Ernesto Che Guevara, donde éste hacía renuncia formal de sus responsabilidades en la dirección del Partido y del Estado, para marchar a otras tierras del mundo a ofrecer su aporte internacionalista.

Se anunció, además, la fundación del periódico Granma.

Momento trascendente de la historia

La aparición del órgano del Partido, el diario Granma, a partir de la fusión de los periódicos “Revolución” y “Hoy”, fue otro de los hitos de aquel memorable 3 de octubre de 1965.

En aquella plenaria inolvidable, Fidel dijo: “Una época surge por entero en la historia de nuestro país, una forma distinta de sociedad, un sistema distinto de gobierno; el gobierno de un Partido, del Partido de los trabajadores, formado con la participación plena de las masas para poder decir con toda razón que es la vanguardia de los trabajadores en nuestra democracia obrera y revolucionaria”.

La constitución del Comité Central representó un momento trascendental en la historia de nuestro Partido Comunista. Con ese mismo espíritu avanzamos hoy.