Escultura de Sancho Panza, en el boulevar de Obispo, La Habana.

Escultura de Sancho Panza, en el boulevar de Obispo, La Habana.

Cervantes en las artes plásticas cubanas. Aproximación a la figura de Sancho Panza

Existe en nuestro país una valiosa tradición cervantina, una herencia que es posible vislumbrar en la literatura, las artes plásticas, el cine, el teatro, la danza y hasta en la música. Miguel de Cervantes Saavedra nos ha legado innumerables producciones, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, es sin dudas un clásico de las letras hispanas y universales.

Esta magistral creación ha suscitado numerosas interpretaciones artísticas y sus personajes protagónicos han sido recreados en diversas plataformas.

La iconografía sobre don Quijote y Sancho Panza es amplísima, parte de un proceso de apropiación y transformación permanente. Los diálogos entre diferentes expresiones artísticas son sumamente provechosos para una revisión de la construcción de imaginarios.

Todo el mosaico de referentes que generan estas proyecciones artísticas, provienen tanto de la obra literaria como de su simultánea transgresión, desviación y resignificación.

Muchos han sido los autores que han dedicado parte de su obra a la representación de estos notables personajes. Entre ellos se destaca Rafael Blanco (1885- 1955), una de las figuras más importantes de la plástica cubana en las primeras décadas del siglo XX. Su amplia producción artística que abarca pintura, ilustración, dibujo humorístico y caricatura, se caracteriza por la crítica aguda e intensa del contexto social cubano. En su heterogénea y renovadora producción se percibe el vínculo que existe con la obra cervantina.

La pintura en el Quijote

Quijote muestra el momento preciso en que Sancho y su amo montan en Clavileño. Estos personajes, ocupan los primeros planos tras un fondo neutro, monocromático. Ambos están enceguecidos por un pañuelo que no les permite avizorar lo que sucede alrededor.

A modo de caricatura nos presenta a Sancho, quien con sus manos rodea la cintura de su caballero andante. Rafael Blanco recrea el sentimiento que experimenta este personaje en la novela.

«— Desde la memorable aventura de los batanes— dijo Don Quijote—, nunca he visto a Sancho con tanto temor como ahora; (…)».

La obra pictórica detalla el viaje de estos protagonistas sobre Clavileño, haciendo énfasis en el temor de Sancho y la valentía del Quijote.

La ínsula Barataria, se encuentra en el tercer piso del Museo Nacional de Bellas Artes. En el centro de la obra aparece representado Clavileño, siguiendo las pautas que propone Cervantes en el capítulo XL.

Se nos presenta una figura difusa que nos remite a Sancho Panza, aun cuando es una representación que rompe todos los cánones establecidos en cuanto al físico de este personaje.

La distorsión de figuras y la superposición, aparentemente caótica de las que hace uso en esta obra, son recursos habituales en su producción. La composición es un claro ejemplo de la renovación formal de Blanco, quien se revela como un maestro insuperable en el manejo de la línea y, al mismo tiempo, de la mancha de color.

Hacia los senderos de la escultura cervantina

Leo D´ Lázaro, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, es un gran escultor, pintor, dibujante, diseñador y fotógrafo. Con su obra Sancho Panza ganó el Primer Premio de Escultura en el Salón 26 de Julio en 1993. Esta creación se hallaba originalmente en la Casa Central de la FAR, luego fue trasladada a varios escenarios como el Patio de la Biblioteca Rubén Martínez Villena y más tarde al Pabellón Cuba.

Actualmente, se encuentra en un concurrido parque de Obispo entre Aguacate y Compostela.

Esta obra, elaborada en metal, es una representación viva del pícaro escudero. Su cálida mirada y su pose desenfadada han conquistado el corazón de todos los transeúntes de la ciudad. En ella, se percibe el excelente desempeño de su creador, y el minucioso trabajo con los detalles del escudo, la crin del asno, el cabello de Sancho y su vestimenta.

La representación recrea esa otra parte de nuestro personaje que luego de ser labrador y escudero se convirtió en gobernador. Un nuevo estatus que no lo hace cambiar su personalidad, con total sencillez, sonríe y levanta su mano amiga para saludar.

Escultura a Sancho Panza.

Escultura a Sancho Panza.

Las artes plásticas cubanas en el imaginario sanchesco

Sergio Calixto Martínez Sopeña (1930-1988) estudió escultura en la escuela Superior de Bellas Artes de San Alejandro. Su vasta producción se destacó por el amor a la figura del Quijote, sobre el cual se centraron la mayoría de sus creaciones.

En 1981 ideó El Quijote, situada en el Palacio de los pioneros Ernesto Che Guevara. Los niños que visitaban el lugar no entendían cómo esta obra no estaba acompañada del insigne y gracioso Sancho Panza.

Como respuesta a este pedido se efectuó años después, la escultura del pícaro escudero. Sopeña quién se había dedicado a la creación de don Quijote, decide como única vez salirse de sus normas para crear este aclamado personaje. Antes de culminar esta monumental obra falleció. Su esposa quien había aprendido las técnicas del autor, decidió con la ayuda de un discípulo de él, terminar la escultura.

Este insigne personaje, también ha servido de inspiración para el boom gastronómico. Hace dos años, muy cerca de la singular escultura realizada por Sergio Martínez Sopeña, emplazada en el capitalino parque de 23 y J, surgió el Mesón Sancho Panza.

Un espacio en el que se puede degustar una deliciosa comida junto a las exquisitas ilustraciones hechas en vitrales, que recogen con gran fidelidad y armonía la pose y personalidad del fiel escudero.

Por si fuera poco, el nombre de este personaje acompaña una línea de tabaco cubano: puros Sancho Panza Belincosos, Sancho Panza Coronas, Sancho Panza Coronas Gigantes y Sancho Panza Molinos.

En letras doradas aparece grabado el nombre de la marca, y en la cubierta de la caja aparece la figura sonriente de Sancho, vestido como un campesino cubano, con toques de sobriedad y elegancia.

Las artes plásticas cubanas, a partir de ese conjunto de dinámicas dialógicas e interacciones estéticas posibilitaron la construcción del imaginario sanchesco.

El conjunto de sentidos nutrido por el reservorio simbólico de nuestra cultura, socializaron esta figura dotándola de una serie de connotaciones semánticas. Retratado con gran fidelidad en algunos casos, pero también con frescos aires de contemporaneidad, dispuesto a un diálogo, enriquecido de matices y significaciones varias.