El colectivo de la Empresa de servicios a trabajadores número 1 de La Habana, perteneciente al Ministerio de la Construcción, apoyó y analizó el Proyecto de Constitución, como parte de los debates que tienen lugar en el país.

A Raúl Rodríguez le pareció correcto el cambio respecto a la ciudadanía, pues ahora se plantea el principio de efectiva, y señaló oportuno lo propuesto en el párrafo 127 sobre los nacidos en el extranjero, sean de padre o madre naturales de Cuba.

Aunque se manifiesta en varios artículos, Ramón Jiménez pidió enfatizar en el texto que el trabajo es una obligación de cada persona, y habló también sobre la importancia de la formación de valores a los hijos.

Por su parte, Alfredo Hernández y otros compañeros insistieron en mantener la concepción del matrimonio como se encuentra en la vigente constitución del país.