La Habana, Cuba.- Recientemente, el Consejo de Ministros aprobó modificaciones a la política para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo, que permitirán seguir avanzando en su implementación.

Hoy nuestra Revista profundiza en ellas. Eddy Soca, Director de Suelos y Control de la Tierra en el Ministerio de la Agricultura, señala entre los cambios la ampliación -de 10 a 20 años- del plazo de vigencia del usufructo para personas naturales, prorrogables sucesivamente por igual término. Explica que se incrementa el área máxima a entregar en usufructo, de 3.42 hectáreas a 26.84.

También se incorpora como causa de extinción del usufructo la utilización de financiamientos ilícitos, y se establece que para recibir tierras, las personas naturales tienen que trabajarlas y administrarlas de forma personal y directa.

Incentivo para producir más

Autorizar a las personas naturales que reciban tierras a vincularse e integrarse a empresas agropecuarias, azucareras o forestales, constituye otra de las modificaciones a la política para la entrega de tierras ociosas en usufructo.

Eddy Soca, Director de Suelos y Control de la Tierra en el Ministerio de la Agricultura, apunta que también se establece la obligatoriedad de sembrar alimento animal en las entregadas para ganado mayor, e indica que se comenzarán a aplicar con gradualidad los impuestos previstos en la Ley Tributaria.

Enfatiza que entre 2008  y septiembre de 2018, con la promulgación primero del Decreto Ley 259 y luego el 300, se han entregado un millón 916 mil  hectáreas de tierra.

Actualmente se trabaja en las normas jurídicas, que deberán publicarse y entrar en vigor en próximos meses.

Algunos beneficios

La entrega de tierras estatales ociosas en usufructo, con las modificaciones aprobadas por el Consejo de Ministros, tiene entre sus objetivos esenciales lograr una mayor producción de alimentos para el pueblo, y estimular a quienes hacen producir la tierra.

Válido destacar entre los beneficios, que desde 2012 con el Decreto Ley 300 el país adopta medidas como el otorgamiento de créditos bancarios para despoblar de marabú las áreas, los cuales pueden resarcirse hasta en un término de 20 años y con intereses muy bajos.

Otro programa para estimular la producción es el dedicado al mejoramiento de los suelos, al que se destinaron unos 50 millones de pesos.

La incorporación de tecnologías modernas en el campo favorece a los usufructuarios, protagonistas también del crecimiento en casi todos los renglones de la agricultura en los últimos años.