El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, expresó que la Revolución sigue de verde olivo dispuesta a todos los combates, el primero para vencer nuestras propias indisciplinas y errores.
Convocó a avanzar sin prisa pero sin pausa hacia la prosperidad que nos debemos, y tenemos que conquistar más temprano que tarde, y en un día tan simbólico llamó a pensar en Fidel y su imponente legado.
“Que cada fibra de nuestra estirpe revolucionaria vibre cuando proclamemos: Yo soy Fidel y juremos defender la Revolución Socialista que la Generación Histórica ganó de pie en Girón y nos entrega ahora, confiada en que sabremos honrarla” dijo Díaz-Canel.
Subrayó que han sido inútiles los convites a la ruptura generacional y al desaliento, pues la Revolución de Fidel y la Generación del Centenario de Martí transitan por su año 60 con la dignidad de sus fundadores, intacta y engrandecida.
Victoria de la unidad
Al asumir como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel dedicó su primer pensamiento a la generación histórica que con humildad y consagración acompaña esta hora de apremiantes desafíos.
Cuba espera que seamos como ellos, capaces de librar victoriosamente todos los combates que nos esperan, dijo al referirse a Raúl, Machado Ventura, Ramiro Valdés, Guillermo García y otros héroes que son diputados de esta legislatura, culminación de un proceso electoral revolucionario y democrático.
Lo calificó de contundente victoria de la unidad del pueblo, cuyo mandato es dar continuidad a la Revolución en un momento histórico marcado por lo que logremos avanzar en la actualización del modelo económico y social.
Díaz-Canel reafirmó la fidelidad de los revolucionarios al legado de Fidel y al ejemplo y enseñanzas de Raúl, líder actual del proceso revolucionario, con el Partido como fuerza dirigente.
El mejor discípulo de Fidel
El presidente Miguel Díaz-Canel destacó las virtudes del General de Ejército Raúl Castro, quien ha preparado, conducido y liderado este proceso de continuidad generacional con firmeza, sin apego a cargos y elevado sentido del deber y del momento histórico.
Significó que como Primer Secretario del Partido sigue siendo referente para cualquier comunista y Cuba lo necesita, aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria, como el mejor discípulo de Fidel.
Díaz-Canel resaltó que Raúl asumió la dirección del país en una difícil coyuntura y dirigió sin descanso, consagrado, con ímpetu, entrega y devoción, y como estadista encabezó profundos e imprescindibles cambios estructurales y conceptuales.
Conocido el sentir popular, reafirmo a la Asamblea Nacional que el General de Ejército encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y futuro de la nación, subrayó el nuevo presidente cubano.
La Revolución seguirá viva
El presidente Miguel Díaz-Canel reafirmó que las prioridades están definidas en los documentos aprobados en el séptimo Congreso del Partido y respaldados por el Parlamento.
En ellos se reconocen como fundamentales -recordó- la labor político-ideológica, la lucha por la paz, la unidad y firmeza ideológica vinculada al desarrollo de la economía nacional, asegurando la participación consciente y comprometida en la actualización del modelo económico y social
Nos toca perfeccionar su implementación, corregir errores, sacar experiencias y evitar improvisaciones e incumplimientos, sostuvo Díaz-Canel y ratificó que la Revolución sigue y seguirá viva.
A propuesta suya los diputados acordaron posponer para la sesión ordinaria del Parlamento, en julio, la constitución del Consejo de Ministros, y designar también como su primer vicepresidente a Salvador Valdés Mesa.