Amarilys Noda y su hija Darlinys Gómez son dos doctoras del municipio avileño de Morón que desempeñaron juntas su primera misión internacionalista en San Leopoldo, estado Rio Grande del Sur, en Brasil, y ya están de regreso en Cuba con la satisfacción del deber cumplido.

Ellas comenzaron en el Programa Más Médicos en mayo de este año en un país sudamericano donde las personas, asegura la joven Darlinys, no comprenden cómo es posible que, en nuestra Isla, hijos de humildes obreros puedan graduarse de la Universidad y mucho menos hacerse médicos, una profesión que en el Gigante Sudamericano es solo derecho de los más ricos.

En la comunidad de 12 mil habitantes donde laboraban vivieron experiencias inolvidables, refieren las doctoras de Morón, quienes demostraron la valía de la academia médica cubana, esa que los formó en los más altos valores humanos.

Agradecimiento a Cuba y sus médicos

A la doctora avileña Darlinys Gómez la acompañará siempre el recuerdo de aquel joven brasileño de 18 años que llegó a su consulta tras haber recibido impactos de un arma de fuego.

Al examinarlo, cuenta, tenía 16 heridas, fractura, y encontró en su cuerpo 6 proyectiles. Asegura que con esfuerzo lograron se recuperara, alejarlo de su adicción a las drogas y eliminar su deseo del suicidio. La mamá del muchacho agradecida con Cuba y sus médicos, lloró la partida de las doctoras cubanas.

Junto a Darlinys cumplía misión en Brasil su madre Amarilys, cuyos pacientes se han quedado sin atención, pues en la comunidad donde laboraban en el estado Rio Grande del Sur, ellas y un holguinero eran los únicos médicos.

Amarilys recuerda emocionada cuando el último día de trabajo sus pacientes llegaban a la consulta y le pedían de favor: doctora ¿Puedo darle un abrazo?