Foto/Prensa Latina

Los cubanos prosiguen los análisis del proyecto de nueva Constitución de la República, para cuyo articulado proponen cambios, como parte de un amplio proceso de consulta iniciado el pasado 13 de agosto.

En una reunión realizada en el Círculo Social obrero Otto Parellada, de la capital, los trabajadores se refirieron, entre otros, a aspectos de los Fundamentos políticos y Económicos de la nación.

Según el ciudadano Néstor Camejo, el Artículo número 12 del proyecto debería precisar que las relaciones con cualquier otro Estado no podrán ser jamás negociadas bajo agresión, amenaza o coerción de una nación extranjera, en lugar de potencia, como indica actualmente el documento.

ARTÍCULO 12. La República de Cuba repudia y considera ilegales y nulos los tratados, pactos o concesiones concer­tados en condiciones de desigualdad o que desconocen o disminuyen su so­beranía e integridad territorial. Las relaciones económicas, diplo­máticas y políticas con cualquier otro Estado no podrán ser jamás negociadas bajo agresión, amena­za o coerción de una potencia ex­tranjera.

Por su parte, Ángel Luis Soler, celebró el acierto del texto al señalar al trabajo como valor primordial de la sociedad, no obstante, dijo que debe garantizarse que ese sea verdaderamente la fuente principal de ingresos.

Deberes y derechos ciudadanos a debate

Foto/Prensa Latina

Según Diana Carvajal, otra de las asistentes a la reunión capitalina sobre el proyecto de Constitución, el Artículo 70, relativo a las obligaciones de padres e hijos, debería hacer referencia expresa a ciertos deberes de estos últimos hacia sus progenitores.

Carvajal también propuso modificar la redacción del Artículo 82, y que el mismo reconozca el derecho de las personas a una vivienda habitable, según estipulen las leyes, pues la cualidad de digna indicada en el texto actual es subjetiva.

ARTÍCULO 82. Se reconoce el de­recho de las personas a una vivien­da digna. El Estado trabaja para hacer efec­tivo este derecho mediante progra­mas de construcción de viviendas, con la participación de entidades y de la población, en corresponden­cia con las normas del ordenamien­to territorial y urbano y las leyes.

La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, acordó la celebración de la consulta popular entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre, y después de ese proceso el documento regresará para el análisis final.

Al retornar al Parlamento, el documento enriquecido con los aportes de los ciudadanos podría aprobarse o no, y de esa condición dependerá la realización de un referendo.