La Habana, Cuba.- Un retrato moral del presente cubano fue el desfile del pueblo de la isla en muchedumbre el Día Internacional de los Trabajadores.

Multicolor y heterogénea, compacta y alegre, emotiva y estremecedora, la marcha por calles y plazas de Cuba este Primero de Mayo reiteró en su unidad el comprometimiento con la historia y con el futuro de la nación.

La significativa presencia de maestros y profesores en la vanguardia reafirmó, a 55 años de una proeza alfabetizadora que asombró al mundo, que la misión educativa de la Revolución continuará, que la misión transformadora no cesa.

Trabajadores de la salud, constructores, obreros fabriles, intelectuales, artistas, estudiantes, en una fiesta de música y banderas, de solidaridad y adhesión, de unidad y compromisos, reiteraron en una mañana de sol, bajo la perpetua advocación de José Martí y de Fidel Castro, la firme convicción de que Cuba vencerá.