Pueblo de Cuba no olvida y exige justicia

La Habana, Cuba. – Han transcurrido 40 años y todavía, la frase impacta. En la voz de Fidel, la misma quedó como lema condenatorio del salvaje acto de terrorismo que sufrió la nave de Cubana de Aviación, que transportaba al equipo de esgrima, ganador de la totalidad de las medallas de oro en las competencias regionales que acababan de efectuarse en Venezuela.

Tal vez, y sin dudas de modo absurdo, los perpetradores soñaron amedrentar a las nuevas generaciones de cubanos que desde todas las aristas de la vida se afanaban para lograr una sociedad mejor.

Su crimen lejos de intimidar a nuestro pueblo, redobló los esfuerzos por triunfar y superarse, y el deporte se convirtió en punta de lanza, que con cada triunfo certificó a los verdugos la validez del camino escogido.

El recuerdo como escudo y espada

El crimen de Barbados es una herida por la que todavía sangra el tejido social cubano.

Sin embargo el recuerdo de los caídos nombra a una de las escuelas de iniciación de deportiva, que hoy multiplicadas por toda la Isla, continúan forjando a los campeones, cuyos éxitos durante años han magullado la prepotencia del adversario que osó agredirnos, y teje argucias en contra nuestra.

Cientos de pruebas han sorteado Cuba y su movimiento deportivo, para perpetuar la obra de su patriotismo.

Los hermanos asesinados en el abominable crimen de Barbados, se mantendrán como símbolo de todo lo que es capaz de hacer el odio en su afán de lograr sus objetivos.

Por eso, su recuerdo, 40 años después, continuará siendo el escudo y la espada con que defenderemos lo conquistado.

Etiquetas: -