La política del Gobierno de Donald Trump hacia Cuba fue tema hoy de la conferencia de prensa que, desde Austria, ofreció el canciller de nuestro país, Bruno Rodríguez, en el contexto de su gira por Europa.

Repasó algunas de esas medidas, entre ellas, la prohibición de las relaciones económicas, comerciales y financieras de compañías estadounidenses con sus homólogas cubanas relacionadas con las FAR y el MININT, así como de los viajes individuales de ciudadanos estadounidenses en la categoría de intercambios pueblo a pueblo.

Precisó Bruno Rodríguez que la nueva política hacia Cuba incluye la revisión de todos los programas subversivos contra el orden constitucional en Cuba, supuestamente para asegurar su efectividad.

La derogación de la directiva presidencial de Obama -señaló- aunque profundamente injerencista, reconocía, sin embargo, nuestra independencia, soberanía y autodeterminación.

Grotesco espectáculo salido de la guerra fría

El titular de Relaciones Exteriores de nuestro país, Bruno Rodríguez, destacó que el anuncio de la política de Donald Trump hacia Cuba fue dado a conocer en el teatro miamense Manuel Artime, justo el nombre del jefe civil de la brigada mercenaria que invadió Playa Girón.

En conferencia de prensa, el canciller significó además que fue en un grotesco espectáculo salido de la Guerra Fría, ante un reducido auditorio compuesto por viejos esbirros y ladrones de la dictadura de Batista, mercenarios, terroristas, politiqueros y vividores.

Denunció que el presidente estadounidense saludó por su nombre a algunos de ellos y estos estuvieron a su lado durante la firma de la nueva política hacia Cuba, que implica un retroceso en los nexos bilaterales.

Bruno Rodríguez emplazó al Gobierno de Estados Unidos a desmentir o confirmar el historial terrorista de quienes  acompañaron a Trump el 16 de junio.

A favor de intereses mezquinos

El canciller Bruno Rodríguez afirmó que el presidente Trump, nuevamente mal asesorado, toma decisiones que solo favorecen intereses mezquinos de una envejecida minoría de extremistas anticubanos.

Cualquier análisis lleva a anticipar que como en el pasado las medidas no cumplirán los objetivos planteados, afirmó durante la conferencia de prensa realizada este lunes en Viena.

Nuestro ministro de Relaciones Exteriores señaló que hay que esperar a que el gobierno norteamericano de a conocer las regulaciones que implementan las medidas, antes de conocer su profundidad, aunque subrayó que esas decisiones desconocen la voluntad del pueblo cubano de tener más relaciones con Estados Unidos.

Estas medidas refuerzan nuestro patriotismo, nuestra dignidad, nuestra decisión de defender la independencia nacional con el espíritu de Martí, Maceo y Fidel, aseveró Rodríguez en la rueda de prensa.

Rechazo enérgico

Cuba rechaza enérgicamente las nuevas medidas que endurecen el bloqueo, que denunciaremos en la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, adelantó el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.

En la conferencia de prensa realizada en Viena, el canciller cubano rechazó la manipulación política y el doble rasero en Derechos Humanos por parte de Trump, y en ese sentido afirmó que el gobierno estadounidense no tiene autoridad moral, ni puede dar lecciones.

Rodríguez enumeró datos que demuestran que el 73 por ciento de los norteamericanos apoyan el levantamiento del bloqueo, así como el 63 por ciento de los cubanos residentes en Estados Unidos y el 62 por ciento de los republicanos.

El canciller destacó que los cubanos residentes en Estados Unidos, mientras más jóvenes expresan más apoyo al levantamiento del bloqueo y a la normalización de relaciones bilaterales.

Sobre la base del respeto mutuo

El Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó que son conocidas en Estados Unidos las restricciones al derecho a la salud, la desigualdad salarial contra las mujeres, la falta de cobertura de Educación y la marginación de las minorías.

El titular dijo que son frecuentes los crímenes de guerra y los asesinatos de civiles en las agresiones e intervenciones militares estadounidenses, y son brutales los hechos masivos y sistemáticos de torturas cometidos en la Base Naval de Guantánamo.

Reiteró la voluntad de Cuba de continuar el diálogo respetuoso y la cooperación y de negociar los asuntos bilaterales pendientes sobre la base de la igualdad y respeto a nuestra independencia y soberanía.

Como se demostró con los avances alcanzados en los últimos dos años, se puede cooperar y convivir civilizadamente, respetando las profundas diferencias entre ambos gobiernos, subrayó el canciller.

Jamás negociaremos nuestros principios

Cuba no realizará concesiones inherentes a su soberanía e independencia, no negociará sus principios ni aceptará condicionamientos como no lo ha hecho jamás a lo largo de la historia de la Revolución, advirtió el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Destacó que como establece la constitución jamás negociaremos bajo presión o amenaza, y actuaremos invocando la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Dijo que no será una directiva presidencial de los Estados Unidos la que pueda torcer el rumbo soberano de Cuba como no pudieron hacerlo más de 50 años de agresiones, terrorismo de Estado, bloqueo, guerra mediática y subversión.

Nuestro pueblo ha corrido todos los riesgos, con qué podían amenazarnos que no hayan hecho antes y fracasado, agregó el canciller, y sentenció Los cambios que sean necesarios lo decidirá soberanamente el pueblo cubano, no pediremos a nadie opinión ni permiso.

Nuestra soberanía no se negocia

A una pregunta de Telesur, el canciller Bruno Rodríguez reiteró que Cuba está dispuesta al diálogo, la cooperación y negociación de los asuntos pendientes de naturaleza bilateral con Estados Unidos, de la misma manera que rehusará negociar cualquier tema inherente a la soberanía, independencia y autoderminación de nuestro pueblo.

Insistió en que un mejor trato con Estados Unidos significaría levantar el bloqueo, devolver el territorio de la base naval de Guantánamo, y aceptar el concepto de compensaciones mutuas.

En conferencia de prensa desde Austria, el titular cubano de Relaciones Exteriores respondió a una interrogante de Prensa Latina, que las medidas anunciadas por Donald Trump son absolutamente insostenibles.

El bloqueo es una pieza de la Guerra Fría, es criminal, genocida, injusto y arbitrario, una gruesa violación de los derechos humanos, que daña a las familias cubanas, enfatizó Bruno Rodríguez.

Por el interés de quién

El canciller Bruno Rodríguez afirmó que las medidas del gobierno de Estados Unidos dañarán el pueblo cubano y especialmente a los sectores con los que Washington declara tener mayor interés en relacionarse.

Será imposible dañar al sector estatal sin dañar a las cooperativas y a los pequeños negocios privados, en particular al eliminar los viajes individuales en la categoría de pueblo a pueblo, subrayó al responder preguntas tras la rueda de prensa de hoy.

Rodríguez apuntó que es curiosa la paradoja de que Trump ha dicho que su prioridad son los ciudadanos norteamericanos, la creación de empleos, y el favorecer a las compañías y empresas estadounidenses, y con esas medidas hace exactamente lo contrario.

No hay duda de que esas medidas van a contrapelo de la propia plataforma que Trump propuso a sus electores y con las que ganó la presidencia con el voto de los colegios electorales, aseveró el canciller.

Una política fallida

Trump ganó las elecciones ofreciendo un cambio a los norteamericanos, pero lo que ha hecho con Cuba no es nada creativo, es regresar a la política fallida de DIEZ gobiernos, dijo el canciller cubano.

Al responder preguntas de los periodistas tras una rueda de prensa, Bruno Rodríguez afirmó que no hay duda que esa política rescata témpanos de la Guerra Fría, y en ese sentido apuntó que habría que preguntarse si solo será en la posición hacia Cuba.

Veo crecientes amenazas a la paz y la seguridad internacional, profileración de conflictos, aumentos arsenales militares y gastos armamentisticos, subrayó el canciller.

En respuesta a la cadena Rusia Today, Rodríguez aseveró que hay razones para preocuparse y sobre todo para actuar, para movilizar la conciencia colectiva por la supervivencia de la especie humana y cambiar el orden internacional.