La decisión del gobierno estadounidense de mantener por tiempo indefinido la reducción del personal de su embajada en Cuba responde a motivaciones políticas y no tiene relación con la seguridad de sus funcionarios, afirmó el director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.

En declaraciones a la prensa rechazó el castigo financiero impuesto a decenas de miles de personas obligadas a incurrir en gastos adicionales al viajar a otros países para gestionar visas, y responsabilizó a Washington con el costo humanitario de tal medida.

Sostuvo que el anuncio del Departamento de Estado del 2 de marzo se basa en una fabricación política más, que se suma a una larga historia de hostilidad contra nuestro pueblo.

El diplomático enfatizó que Cuba es y seguirá siendo un país seguro y estable, dispuesto al diálogo respetuoso sobre temas de interés común.

Cuba es garantía de seguridad

El Departamento de Estado ha renovado el uso del término «ataques», cuando conoce con total seguridad que no ha habido acto deliberado alguno contra sus diplomáticos en Cuba, denunció el director general para Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.

Afirmó que es un término cuyo uso entraña mala intención y no se corresponde con el contenido de los intercambios oficiales, porque en ningún caso se ha presentado evidencia de algún ataque sónico.

La renovación de la alerta que recomienda a los viajeros reconsiderar las visitas a Cuba constituye otro acto hostil y difamatorio, con una clara agenda política, declaró Fernández de Cossío.

Reiteró que Estados Unidos tiene evidencias suficientes de que Cuba es segura para sus diplomáticos y los de cualquier país, para los ciudadanos cubanos, los residentes extranjeros y los millones de viajeros que la visitan.