La Habana, Cuba. – De diversas maneras festejó Cuba el centenario de Benny Moré y a las celebraciones se sumó la Oficina Santiago Álvarez del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, para honrar la amistad entre el genio de nuestra música popular y el gran documentalista.

La Fábrica de Arte Cubano fue anfitriona de una velada en la que Lázara Herrera, directora de la Oficina, narró cómo se forjó la relación de respeto entre el Bárbaro del Ritmo y Santiago Alvarez, de cuyo natalicio también se cumplieron 100 años en marzo pasado.

Jorge Luis Sánchez, director de la película El Benny, expresó su satisfacción porque a 13 años de su producción, sigue conectándose con el sentimiento del pueblo.

El homenaje exhibió audiovisuales y el reporte del sepelio del Benny incluido en el Noticiero ICAIC Latinoamericano, en el que Santiago Álvarez usó como inusual recurso expresivo su propia música plena de vitalidad.

Benny convoca a multitudes

Muchísimo público concurrió al espacio Sábado del Libro, en la Plaza de Armas del centro histórico de La Habana Vieja, donde se presentó el título Benny Moré, el símbolo de la música cubana  en el día del centenario del Bárbaro del Ritmo.

Su autor, Rafael Lam, se refirió a los largos años dedicados a rastrear en la vida del Benny como hombre y artista genial, para darle forma al libro biográfico publicado por la Editorial José Martí.

Eduardo Torres Cuevas, director de la Biblioteca Nacional José Martí, habló del legado imperecedero de uno de los hitos de la cultura cubana que debemos preservar, y los actores Renny Arozarena y Enrique Molina rememoraron con emoción su trabajo en la película El Benny.

Si la perfección existe Benny la cumplió, dijo Pedro Castillo, autor del tema No hay tierra como la mía y la Banda Gigante de Benny Moré interpretó varias de sus obras inmortales.