Majestuosa entrada al Cementerio de La Chacarita

Majestuosa entrada al Cementerio de La Chacarita. Foto: Del autor.

Quizás los más conocidos cementerios de Buenos Aires sean el de La Chacarita y el de La Recoleta, dos necrópolis cuya notoriedad está dada no solo por una impresionante arquitectura fúnebre, sino por la cantidad de personalidades cuyos restos están allí depositados.

El Cementerio de La Chacarita, con sus 95 hectáreas emplazadas en el centro del barrio del que toma nombre, es el más grande de la ciudad y surgió en 1871, cuando una cruenta epidemia de fiebre amarilla azotó a la urbe porteña.

El entonces conocido como Cementerio del Oeste tuvo que acoger a los fallecidos durante esa epidemia, tras una decisión gubernamental que había prohibido los entierros de los enfermos ultimados por la fiebre amarilla en el Cementerio del Norte, hoy necrópolis de La Recoleta.

La tumba de Carlos Gardel es un verdadero sitio de peregrinación. Foto del autor

La tumba de Carlos Gardel es un verdadero sitio de peregrinación. Foto del autor

Las pésimas condiciones de salubridad y los malos olores determinaron el cierre definitivo del lugar a fines de 1886, pero un año después comenzaron las inhumaciones en lo que entonces se conoció como Chacarita Nueva que en la actualidad es una gigantesca necrópolis surcada de luctuosas calles y avenidas.

Una increíble variedad de estilos arquitectónicos, símbolos y materiales conforma este histórico lugar, donde reposan los restos de reconocidas personalidades, entre ellos muchos músicos y cantantes de tango, como Carlos Gardel, el más conocido de los cultores de ese género.

En la intersección de dos calles interiores, una estatua a tamaño natural del llamado Zorzal criollo lo representa de pie, con una media sonrisa, vestido de traje con una mano en el bolsillo y un llavero en la otra, flanqueado por una mujer arrodillada, que mira al suelo, con una lira rota en simbólico luto musical.

Flores y placas con mensajes rodean a la estatua de Gardel, convertida en un lugar de peregrinación en el que muchos colocan una colilla humeante en la mano derecha de la estatua, en singular ofrenda al cantante.

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«Esperamos al señor» proclama en la cara interior de la fachada del cementerio de La Recoleta. Foto delautor

El centenario camposanto guarda además recuerdos de épocas y costumbres hoy desaparecidas, como también lo hace el Cementerio de La Recoleta, ubicado en uno de los más exclusivos barrios de la capital argentina, que acoge las sepulturas de la mayoría de las personalidades del país.

Se calcula que en La Recoleta reposan los restos de 350 mil personas, incluidos 25 presidentes constitucionales, cuatro gobernantes de facto, 200 héroes de la Independencia y un centenar de gobernadores provinciales.

Con casi dos siglos de existencia, pues fue fundado en 1822, la necrópolis contiene 83 monumentos históricos nacionales que lo hacen muy conocido por un acervo escultórico resguardado por toneladas de los más costosos mármoles venecianos.

El Mausoleo de la Familia Duarte guarda los restos de Evita Perón. Foto del autor.

El Mausoleo de la Familia Duarte guarda los restos de Evita Perón. Foto del autor.

Una variedad de estilos arquitectónicos se identifica en los mausoleos de mármol, decorados con estatuas y organizados en manzanas a partir de una amplia rotonda central, desde donde salen amplias avenidas arboladas que se unen a calles laterales.

Recorrer las casi cinco mil bóvedas es hacer un viaje por la historia en un arco temporal que va desde el Héroe de la Independencia, Almirante Guillermo Brown (1777-1857) hasta personajes de la contemporaneidad, como el boxeador Luis Ángel Firpo (1894-1960), la pintora y grabadora Norah Borges (1901-1998), hermana de Jorge Luis Borges; o María Eva Duarte de Perón (1919-1952), la segunda esposa del presidente Juan Domingo Perón.

Precisamente el mausoleo de la Familia Duarte, que dio reposo definitivo a los maltratados restos de Evita Perón, es uno de los sitios más visitados del cementerio, no solo por curiosos extranjeros, sino también por argentinos que reconocen su activa participación en la lucha por derechos sociales como el voto femenino.

Como todos los cementerios del mundo, tanto el de La Chacarita como el de La Recoleta, demuestran el humano afán de trascender en el recuerdo de los vivos y son, con mística mirada, un camino que va de Buenos Aires al más allá.

Desde Argentina, fue un trabajo de Raúl Menchaca