Cerradas las cortinas de la reciente XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, MNOAL, con sede en la isla venezolana de Margarita, queda claro que esa agrupación tercermundista tiene mucho que hacer todavía en la escena internacional.

Y es que si bien, por diversas causas, el planeta dejó de estar divido en dos bloques militares antagónicos luego de la desaparición de la Unión Soviética, aquellos que atizan las asperezas globales en aras de hacer valer sus intereses propios, todavía campean por el orbe armados de políticas y acciones altamente agresivas y nocivas.

De manera que en todo caso lo ocurrido fue un cambio de escenario, pero no de contenido, y por tanto las metas progresistas del  MNOAL siguen inconclusas y requieren fuerzas renovadas para convertirlas en positivas realidades.

Presentes e influyentes

De manera que aquellos que una vez se sumaron al coro que pedía el fin del MNOAL ante la pretendida desaparición de las contradicciones internacionales que le dieron origen, o respondían a una sonada ingenuidad política, o a los peores y más agresivos intereses de los poderosos.

Hoy no se enfrentan en el planeta dos  bloques militares, pero este sigue dividido entre hegemonistas y víctimas de las apetencias absolutistas, y por tanto la lucha reivindicativa mundial no ha cesado ni mucho menos.

Por otro lado, la guerra sigue siendo el instrumento esencial de los sectores imperiales para intentar ocupar el trono global sobre un escenario donde siguen actuando las mayúsculas injusticias y el irrespeto por los derechos ajenos.