Foto: Ismael Francisco / Cubadebate

Previo a la VII Cumbre de las Américas en Panamá, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz, había advertido sobre los planes para desacreditar a la Sociedad Civil Cubana.

De acuerdo con un artículo del periódico Juventud Rebelde, ante la importancia del evento, más de un centenar de representantes de nuestra sociedad participaron activamente en los foros y las actividades paralelas de la Cumbre, una reunión a la que nuestro país asistió como resultado del sólido y unánime consenso de América Latina y el Caribe.

Los participantes de la Isla se encontraron con un escenario plagado de restricciones, como avizoró Raúl meses antes de la cita, en la que se vivieron tensos momentos.

Desde su llegada, la delegación nacional rechazó de manera contundente la presencia de varios mercenarios que ya habían formado el espectáculo mediático en la capital panameña.

Cuba no silencia sus verdades

Como testimonio de la catadura moral de los elementos anticubanos presentes en la Cumbre de las Américas en Panamá, que se mezclaban con figuras como el terrorista Luis Posada Carriles, se presentó el suplemento especial Mercenarios en Panamá, de la Unión de Periodistas de Cuba.

Refiere el artículo del periódico Juventud Rebelde que la sola llegada era el preludio de que se vivirían jornadas enturbiadas por la presencia de los anticubanos en los foros y actividades paralelas a la cita.

Las numerosas irregularidades en el proceso solo fueron vencidas por la protesta de nuestros delegados a las puertas de una de las salas del hotel El Panamá, sede del foro, y luego al abandonar el plenario en rechazo a la manipulación.

Aun así Cuba no dejó de exponer sus verdades en el foro de jóvenes, y en la Cumbre de los Pueblos, un espacio donde no existe la imposición de los poderes imperiales.