¡Qué difícil es para los cubanos estar sin besar, ni abrazar¡ Pero la vida, o más bien este nuevo coronavirus, nos ha impuesto una realidad que transforma temporalmente nuestra manera de ser.

Ahora, a partir de hoy, el país quedará semi-aislado con las regulaciones que se aplicarán en puertos y aeropuertos para evitar la entrada de personas infectadas y las salidas de algún irresponsable.

Las fronteras quedarán abiertas solo para la salida de los turistas, que cada vez son menos, y para el necesario comercio porque tenemos una economía muy dependiente de las importaciones.

Desde este martes, el gobierno aplicará una serie de medidas que puede parecer incluso restrictivas, pero que tienen como objetivo romper una posible cadena de contagio que sería nefasta para todos. Pero tan importante como decretarlas es cumplirlas o hacerlas cumplir.

Conciencia responsable

A pesar de los constantes llamados de las autoridades sanitarias, hay personas que no acaban de entender la gravedad de la nueva pandemia.

El país está haciendo un esfuerzo colosal en medio de las carencias económicas que nos agobian para proteger la vida de todos, por eso resulta una irresponsabilidad andar por las calles sin preocupación o irse a la playa el fin de semana.

Lo que enfrentamos no  es cosa de juegos y hay que tener conciencia de la amenaza que entraña una epidemia que ha cobrado miles de vidas en todo el planeta. Tampoco significa eso que hay que ser alarmista, sino cumplir lo establecido y confiar en nuestro sistema de salud que ha probado su efectividad en otras circunstancias.

Lo importante ahora es comprender que cada uno depende de todos y todos de cada uno.