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Vuelve el país a enfrentar una emergencia natural. Desde el devastador paso del huracán Irma, que en septiembre último dejó una decena de víctimas y millonarios daños materiales, no vivíamos una circunstancia parecida.

En lo que va de año, el país ha estado sometido a una sarta de constantes lluvias, más o menos fuertes, sobre todo en la región central, aunque el agua también ha llegado más lejos.

Ahora, ocho meses después de Irma, la depresión subtropical Alberto, primera de la actual temporada ciclónica, apareció con precipitaciones que han cubierto casi toda la geografía nacional.

En un rápido recorrido por casi la mitad del país, Radio Reloj apreció el resultado de los copiosos aguaceros. Ríos desbordados, presas que vierten, poblados y cultivos anegados y vías con tramos bajo el agua. Es la repetición de una película bien conocida por los cubanos.

Salvaguardar la vida

Las lluvias otra vez activaron a los Consejos de Defensa a nivel local, allí donde hizo falta, y trajeron de regreso las imágenes de inundaciones y evacuados.

Las autoridades han tenido que resguardar a varios miles de personas en Pinar del Río, Artemisa, Sancti Spíritus, Villa Clara y Ciego de Ávila, además de poner a buen recaudo recursos materiales amenazados por el agua.

De nuevo, el sistema nacional de defensa actuó con celeridad y eficiencia para preservar las vidas, que es lo principal ante cada evento meteorológico. Vivimos una época en que el Cambio Climático es cada vez más evidente y nos trae situaciones paradójicas como ahora, cuando salimos de una dura sequía para caer en un período extremadamente lluvioso.

Pero que nadie se asuste, porque vivimos en una nación que ha demostrado estar preparada para todas las contingencias.