Donald Trump aplicará Ley Helms-Burton en toda su magnitud

La Habana, Cuba. – Apenas un mes después de la entrada en vigor de la Ley Helms-Burton, la Organización Mundial del Comercio señaló en abril de 1996 el carácter extraterritorial de ese engendro legal.

El entonces presidente estadounidense Bill Clinton, un adversario inteligente, comprendió que era una torpeza enfrentarse a los socios europeos de Estados Unidos, quienes habían amenazado con llevar el problema a la organización correspondiente. Entonces, la Casa Blanca negoció con la Unión Europea y concedió mantener en suspenso el Título III de la maldita ley.

Desde entonces, el propio Clinton, Bush hijo y Obama suspendieron cada seis meses el famoso acápite. El Título Cuarto también se aplicó de forma selectiva y solo actuó contra varios ejecutivos de la firma canadiense Sherritt, a quienes privaron de la visa de entrada a territorio norteamericano.

Respuesta unánime

Ahora, con el desatino anticubano de la Administración Trump, Estados Unidos arriesga tener problemas con aliados cercanos como Canadá y la Unión Europea.

Tanto canadienses como europeos han expresado su rechazo a la aplicación de los Títulos III y IV de la Ley Helms-Burton, y han dicho que harán lo necesario para defender sus intereses.

Están ahora amenazadas cadenas hoteleras europeas, y en particular españolas, como Meliá, Iberostar, Barceló o NH, con una importante presencia en la isla. Por eso, el bloque comunitario advirtió que no se va a quedar cruzado de brazos y que puede tomar medidas de reciprocidad contra compañías estadounidenses.

La activación plena de la Ley Helms-Burton, además de revelar descarnadamente la hostilidad hacia Cuba, demuestra que Trump está contra el comercio internacional.