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La Habana, Cuba. Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto, afirmó el escritor y filósofo romano Lucio Anneo Séneca, una sentencia que nos viene como anillo al dedo en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19.

Por eso vale reparar en algunas recomendaciones para la seguridad alimentaria, emitidas por agencias de Naciones Unidas que se suman a las promovidas por la Organización Mundial de la Salud en el escenario actual.

Entre estas medidas se señalan la limpieza de tu cocina, comedor y otros espacios donde habitualmente preparas y consumes alimentos usando agua, jabón y solución a base de cloro; mantener tus manos y antebrazos limpios cuando manipules o consumas bebidas y comidas; además de almacenar los productos de manera segura y a temperatura adecuada y manejar con cuidado la carne y la leche para evitar la contaminación de las raciones no cocinadas.

Una alimentación sana

Son numerosos los retos que impone el impacto de una pandemia como la COVID-19 a los sistemas alimentarios y a la economía en general al poner a prueba la capacidad de protegernos y salvaguardar a los demás mediante una actuación responsable y oportuna.

A escala global se promueven medidas para contribuir a contener, controlar, retrasar y reducir los efectos de esa epidemia.

Se recomienda el lavado de las manos antes y después de interactuar con animales aunque no hay evidencia de que intervengan en la propagación del virus; se debe cocinar por completo la carne y los huevos y cuidar especialmente la alimentación sana de niños y adultos mayores.

No debes participar en la elaboración de alimentos si tienes algún síntoma respiratorio y, para fortalecer tu sistema inmunológico elige una dieta suficiente, diversa, nutritiva e inocua, baja en grasas, azúcares y sal, y bebe mucha agua.

Redactó Ledys Camacho