La Habana, Cuba.- El Nuevo Herald publicó una interesante crónica sobre Miami, firmada por Daniel Shoer Roth bajo el título: Mi deseo para Miami la regla de oro.

Casi al mismo tiempo, una investigación reveló que el panorama social de ese territorio es uno de los peores de Estados Unidos.

La hizo Hallub Wallet, empresa de sondeos sobre el comportamiento de los ingresos personales. Ahora se concentró en las 100 localidades más pobladas de Estados Unidos.

Miami cayó, escribe Shoer Roth, en el fondo del abismo, respecto a las urbes menos solidarias ¿Equivalente a decir? Personas durmiendo en calles, personas dedicadas a actividades voluntarias.

Shoer Roth sintetiza lo que fue para muchos de ellos el 2016: un año duro en lo referente a la violencia armada juvenil, las muertes por sobredosis de drogas y el repunte de la población sin techo.

La ciudad-selva

El periodista Daniel Shoer Roth sintetiza con dos ejemplos la furibunda violencia que prima en Miami.

Los denomina “patrones de muestra” y comienza relatando: un hombre armado amenazó matar a sus vecinos debido a la música alta.

Qué distinto hubiera sido, escribe el periodista, tocar la puerta, saludar gentilmente y confesar no poder dormir a causa del ruido.

Otro ejemplo, en un centro comercial una de sus dependientas descargó un puñetazo a la turista que intentó penetrar en el local.

Qué distinto hubiera sido, opina el cronista del Herald, reaccionar con cordura, cerrar la puerta y esperar a la policía.

¿Causa de tan alto nivel de exaltación de los ánimos? Residir en una ciudad-selva como Miami. La misma donde narcotraficantes, pandillas juveniles y mafias de todo tipo representan la verdadera entraña oculta de su bien maquillada ciudad.