Los médicos cubanos prestan servicios en las más diversas condiciones

La Habana, Cuba. – No se midió Jair Bolsonaro a la hora de enlodar la imagen de los médicos cubanos. Sin un ápice de vergüenza, además de descalificarlos profesionalmente, a boca llena los llamó esclavos de una dictadura.

En su afán por desmontar todos los programas sociales del Partido de los Trabajadores, el presidente electo de Brasil aprovecha para cumplir con sus amigos del Norte y les hace el trabajo sucio al atacar a Cuba.

Con aviesa intención soslaya que los profesionales cubanos de la salud viajaron de manera voluntaria y tras firmar el correspondiente contrato, además de continuar recibiendo en sus centros el salario íntegro, que, dicho sea de paso, no es de los más bajos que hoy tenemos en Cuba.

Nuestros médicos lo que reciben allá es un estipendio como resultado del convenio a tres bandas entre Cuba, Brasil y la Organización Panamericana de la Salud.

Fines sociales

Diga lo que diga BOLSONARO, el por ciento del ingreso de los médicos que llega a Cuba NO va a la cuenta de nadie, sino que tiene un fin social. Y ese dinero, que ciertamente NO es poco, tiene un uso colectivo porque beneficia a todos, incluidos a los familiares de los cooperantes. Con esos fondos se sostiene la formación de más profesionales de la salud y al mismo tiempo se garantizan los salarios y la cobertura de seguridad social de los médicos que siguen trabajando en Cuba. Esos ingresos están en cada Universidad de Ciencias Médicas, hospitales, policlínicos y consultorios. Ese es el resultado de la labor de nuestros médicos en las áreas más remotas de Brasil, donde ahora los más pobres están en peligro de convertirse en los verdaderos esclavos de BOLSONARO.