Autoproclamación de Guaidó es parte de un plan de Estados Unidos para invadir Venezuela

La Habana, Cuba. – La escalada de la Casa Blanca contra Venezuela, una de las noticias más relevantes de nuestros días, ha mostrado que el hegemonismo incorpora una nueva y peligrosa variante injerencista, aun cuando de forma expedita ponga en riesgo todo el sistema global de conducta en las relaciones internacionales.

Porque resulta que a su ya amplio abanico agresor, que incluye revoluciones de colores, demonización de los oponentes, papel preponderante de adversas campañas mediáticas, golpes pretendidamente institucionales, y guerras antiterroristas, entre otras artimañas, Washington suma ahora la aparición de la burda figura política de “presidente por encargo”.

El nuevo papel ha tocado en suerte al parlamentario opositor Juan Guaidó, integrante de una Asamblea Nacional opositora en desacato desde su propia formación

El peligroso propósito

El rejuego imperial en Venezuela está claro. Por todos los medios Washington quiere lograr para el usurpador Juan Guaidó el mayor reconocimiento y sustento internacional posible, es una manera de presentar el escenario interno venezolano como un caso donde el presidente electo resulte el ilegal y el autoproclamado el realmente válido.

Es decir, estarían creadas las condiciones para que un farsante que desconoce arbitrariamente la Constitución vigente, se arrope con poderes tales como para solicitar apoyo a intereses extranjeros en nombre de la nación.

En ese puntó la intervención militar pretextaría una supuesta ayuda humanitaria. O sea, sería la respuesta inmediata de aquellos que le han proporcionado su venia y a la vez han sido y son realmente los que tienen en sus manos los hilos claves de esta farsa.