Aunque parezca una afirmación chovinista, lo cierto es que en pocos países como Cuba las mujeres han avanzado tanto en la igualdad de género.

Una cosa tan simple como igual salario por igual trabajo, algo que para nosotros es natural y de lo que casi no se habla, es todavía un reclamo femenino en buena parte el planeta, donde los hombres ganan más que las mujeres, solo por tener un cromosoma Y.

Por estas tierras, donde hace más de medio siglo una Revolución cambió radicalmente el ordenamiento socio-político, las féminas han sido el género más favorecido desde todo punto de vista.

Las conquistas se aprecian también en el ámbito político, pues casi la mitad de los cargos de dirección son ocupados por ellas, quienes además conformarán dentro de unas semanas un parlamento que clasifica como el segundo del mundo con mayor cantidad de mujeres.

Una batalla larga

Diversas historias, en países y años diferentes, hacen referencia a la lucha femenina un 8 de marzo, fecha que, a propuesta de la alemana Klara Zetkin, en 1910 quedó fijada como Día Internacional de la Mujer.

Naciones Unidas institucionalizó la efeméride en e1975, pero en Cuba se celebraba desde el año 31.

Sin embargo, en nuestro caso solo el triunfo de los rebeldes significó, como decíamos antes, la verdadera emancipación de las cubanas.

Hace poco más de dos años, en septiembre de 2015, Raúl proclamó en Nueva York la voluntad gubernamental de continuar trabajando para cambiar patrones culturales de género.

Esa fue la ratificación de que Cuba promueve un paradigma social en el que hombres y mujeres somos iguales de verdad.