La Habana, Cuba.- El jueves la Exprimera Dama de Estados Unidos se convirtió en la candidata presidencial del Partido Demócrata.

Sucedió en la Convención Nacional realizada en Filadelfia, a pocos días de la republicana en Cleveland.

Como es habitual en ese sistema político, quienes hablaron se refirieron a lo que entienden son sus virtudes personales.

Entre esos oradores, la primera dama, Michelle Obama, muy aplaudida; Chelsea Clinton, hija de la candidata, y el multimillonario Michael Bloomberg.

Una crónica describió en sentido general el espectáculo como vistoso y alegre. También recordó que Hillary ha sido caracterizada por sus adversarios como una mujer no confiable ni apta para dirigir el país.

Entre quienes la defendieron ahora se encuentran su esposo Bill Clinton y el presidente Barack Obama. Llevaremos a Hillary a la victoria dijo Obama en Filadelfia.

Protestas y controversias

La Convención Demócrata, como la Republicana, fue escoltada por manifestaciones de protesta.

Se complicaron al descubrirse una maquinación en el Comité Nacional Demócrata para debilitar al senador Bernie Sanders, rival de Hillary Clinton en las elecciones primarias. Ello provocó la renuncia de la presidenta de ese partido, Debbie Wasserman Shultz.

A pesar de todo, Sanders en aras de salvar la unidad, reiteró su apoyo a la Clinton y evitó un desastre.

Fue entonces cuando esta última se proclamó a sí misma como unificadora, optimista, sin miedo y un agente de cambio.Pero lograr una transformación real exige cambiar los corazones y las leyes, advirtió Hillary.

¿Opinión de los expertos? Más difícil que cambiar corazones es arañar disposiciones aprobadas para salvaguardar su modo de vida.

He ahí la cruda y porfiada realidad, imposible de enmascarar.

 

Etiquetas: