En la última mitad del Siglo XX, Cuba estuvo involucrada prácticamente en todos los principales acontecimientos mundiales.

Fue Fidel, con su accionar, quien nos colocó en el mapa político mundial donde este pequeño país del Caribe nunca había figurado antes.

Estratega y a la vez protagonista de una política exterior envidiada por las superpotencias, se erigió rápidamente en defensor de los desposeídos en cualquier rincón del planeta.

Su voz se alzó en cuanto foro estuvo para representar no solo a Cuba, sino al Tercer Mundo, incluso en plena Guerra Fría. Por eso fuimos el único país latinoamericano fundador de los No Alineados o contribuimos de manera decisiva al fin del apartheid y a la reconfiguración del mapa africano.

Que nadie dude entonces que Cuba hoy es respetada y admirada y eso se lo debemos a Fidel, el genio político.