Basado en mentiras Marco Rubio trata de romper las relaciones de Cuba y Estados Unidos

La Habana, Cuba. – Parece ser que el senador norteamericano Marco Rubio necesita de un otorrino. Rubio ha desoído todo en su afán de romper los hoy frágiles lazos entre Cuba y Estados Unidos, una campaña en la que ha encontrado un aliado en el Secretario Adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Francisco Palmieri.

Ambos desconocieron en una audiencia congresional un informe interino de la División de Operaciones Tecnológicas del FBI, que en junio último afirmó que, tras meses de investigaciones y cuatro viajes a Cuba, no encontró evidencias de los supuestos ataques contra diplomáticos norteamericanos acreditados en La Habana.

Las conclusiones de los investigadores estadounidenses, que fueron reveladas por la agencia AP coinciden con los expertos cubanos que realizaron una exhaustiva pesquisa sobre los supuestos incidentes.

No quieren oir

Además de ignorar el informe del FBI, Marco Rubio también desoyó las opiniones del director del Buró de Servicios Médicos del Departamento de Estado, Charles Rousenfar, sobre los alegados problemas de salud de los diplomáticos estadounidenses en La Habana.

Hay una multitud de síntomas que no son atribuibles a una causa específica y falta certeza sobre el agente causal, afirmó el especialista ante un panel congresional para analizar el tema.

Al subsecretario Palmieri eso le importó poco y repitió ad infinitum  la palabra ataques, sin tener una evidencia que sustentara esa afirmación.

Está claro que la jugada de Rubio, respaldada ahora por Palmieri, es culpar a Cuba aunque no haya pruebas, porque lo importante es romper las relaciones y quién sabe lo que vendrá detrás.

No es que no puedan escuchar, es que no quieren oír y por eso se hacen los sordos.