Quito, Ecuador.- En menos de 10 días los ecuatorianos volverán a las urnas en una segunda vuelta para escoger al sustituto del presidente Rafael Correa.

Para la puja del domingo 2 de abril, las encuestadoras vuelven a dar ventaja al candidato del Movimiento Alianza País Lenín Moreno, quien en febrero último quedó apenas a unas décimas de ganar en la primera vuelta de los comicios, aunque alcanzó más de 1 000.000 de votos por encima de sus rivales.

Un sondeo de la firma Diagnóstico indicó que Moreno contaría con la preferencia de poco más del 50 por ciento del electorado, mientras que el aspirante opositor Guillermo Lasso lograría un 41 por ciento de los votos.

No obstante esa virtual ventaja, el panorama no es tan simple porque la derecha hace alianzas y una fuerte campaña mediática para tumbar la Revolución Ciudadana y hacer tabla rasa con 10 años de programas sociales.

Contra la revolución ciudadana

El candidato presidencial de la oposición ecuatoriana, Guillermo Lasso, es un banquero marrullero que ha sido vinculado a medio centenar de cuentas en paraísos fiscales.

Ahora, con la importante segunda vuelta electoral frente a la nariz, el aspirante derechista maneja un discurso que tiene puntos de contacto con lo que dice la oposición venezolana. Todo se basa en proclamar la muerte de la Revolución Ciudadana y del Partido Alianza País, al tiempo que anuncia una reducción de impuestos y la creación de nuevos puestos de trabajo.

Sobre esa matriz de opinión, respaldada machaconamente por los medios, Lasso teje alianzas, incluso con la llamada izquierda moderada. El objetivo final es ganar la segunda vuelta electoral a cualquier precio porque saben que en Ecuador, América Latina se juega el futuro.