Cuba y Vietnam mantienen fuerte amistad

La Habana, Cuba. – Hace muchos años, Fidel Castro lo proclamó: Por Vietnam estamos dispuestos a derramar nuestra propia sangre, y aquella frase, que nunca fue letra muerta, unió para siempre los destinos de dos naciones geográficamente separadas, pero empeñadas en labrarse un destino común.

Mucho antes, José Martí colocó a los vietnamitas cerca de Cuba cuando en La Edad de Oro nos llevó a dar Un paseo por la tierra de los anamitas. Esa quizás haya sido la primera referencia que tuvieron los cubanos de una nación tan lejana, cuya idiosincrasia, cultura e historia se diferencian mucho de nosotros.

Pero esas diferencias se borraron de un plumazo cuando la triunfante Revolución estableció relaciones diplomáticas con Hanoi, en diciembre de 1960. Eran años muy difíciles para ambos países, que de forma diferente desafiaban, y aún lo hacen, a un imperio descomunal.

Negocios en ascenso

Mucho tienen que avanzar aún Cuba y Vietnam para que los vínculos económicos tomen la altura que hoy tienen los lazos políticos.

Ahora, el intercambio comercial parece en franca recuperación aunque todavía es bajo, con apenas 230 millones de dólares.

La distancia entre los dos países dificulta mucho el comercio, por eso la Zona Especial de Desarrollo Mariel resulta una opción más viable para las empresas vietnamitas, como la Thai Binh, que desde ese puerto de Artemisa espera producir y suministrar al mercado nacional culeros desechables, almohadillas sanitarias y detergente en polvo.

Más allá de la relación política, los lazos económicos también están en el centro de la visita del secretario general del Partido Comunista de Vietnam, que ratifica aquella vieja frase: Cuba y Vietnam, unidos vencerán.