La Habana, Cuba.-  Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, ningún país como Cuba puede celebrarlo con más orgullo.

Las féminas conforman la mitad de la población del archipiélago, al sumar poco más de cinco millones y medio, y son un sector privilegiado en el último medio siglo.

Pero mucho ha llovido desde que Ana Betancourt alzara la voz para reclamar los derechos femeninos ante la Asamblea Constituyente de Guáimaro.

“Ciudadanos: aquí todo era esclavo; la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. Llegó el momento de libertar a la mujer”, reclamó en 1869, cuando casi nadie en el planeta abogaba por la emancipación de la mujer.

Ana Betancourt se adelantaba así a su tiempo y sin proponérselo llegaba hasta la contemporaneidad.

Los números de la igualdad

Las cubanas constituyen hoy el 48 por ciento de los empleados en el sector estatal civil.

También ocupan el 46 por ciento de los altos cargos de dirección y constituyen más del 78 por ciento del personal de salud, el 48 por ciento de los investigadores científicos y casi el 67 de la fuerza de mayor calificación técnica y profesional.

Asimismo, ocupan casi la mitad de los curules, lo que ubica a Cuba como el segundo país del continente americano con mayor representación femenina en el Parlamento y el cuarto a nivel mundial.

Pero por encima de esas cifras, que también son importantes, lo más relevante es la posibilidad real de superar la brecha y la discriminación de género y de empoderar a las mujeres, como hace más de un siglo reclamó Ana Betancourt..