La Habana, Cuba.- Las cuatro horas que duró el juicio a Fidel tras los sucesos del 26 de Julio fueron trascendentes para el futuro de Cuba.

Orador vibrante desde la juventud, Fidel consumió la mitad de ese tiempo no solo en denunciar a la dictadura, sino en explicar ante jueces y soldados lo que se conoció más tarde como el Programa del Moncada. Las ideas planteadas en aquel alegato fueron perfeccionadas después en el presidio, de donde salió el folleto La Historia me absolverá, que entonces circuló de manera clandestina.

El texto se convirtió en la brújula de la naciente Revolución y en plan de acción cuando los barbudos  llegaron al poder unos años más tarde.

En el programa del Moncada, que con toda claridad expusimos ante el tribunal que nos juzgó, estaba el germen de todo el desarrollo ulterior de la Revolución, diría después Fidel.

Programa nuevo para tiempos nuevos

Aunque las circunstancias internas y externas son diferentes, los resultados de los dos últimos Congresos del Partido Comunista de Cuba están directamente emparentados con el Programa del Moncada.

Los Lineamientos de la Política Económica y Social de la nación marcan el rumbo para el presente siglo, cuando habrá que resolver tareas pendientes y enfrentar otras en pos de un socialismo genuinamente cubano.

El sendero hacia el futuro es tan complejo como hace 63 años, cuando Fidel y la Generación del Centenario se lanzaron a terminar la Revolución de José Martí.

Lo que está esbozado es una transformación cardinal de la sociedad, como se planteó en La Historia me absolverá, que hoy se complementa con las más recientes decisiones partidistas para trazar un arco de continuidad histórica entre el Programa del Moncada y los Lineamientos.