Ofertas y precios en la mirada popular

La Habana, Cuba. – Hace mucho tiempo que Adam Smith y David Ricardo comprendieron en sus análisis económicos que el mercado es ciego y responde a leyes que están mucho más allá de la voluntad de los hombres. Por eso, resulta tan difícil controlarlo, pues actúa casi siempre sobre la base de la oferta y la demanda.

En el Socialismo, con la empresa estatal como base del sistema, y la planificación como guía, resulta un poquito más fácil mantener las regulaciones sobre las entidades productivas desde lo administrativo y de esa manera regular los precios. Pero todo cambia en el sector privado cuya lógica está más asociada al mercado a partir de la búsqueda de mayores ganancias.

Ese es precisamente el basamento del llamado del presidente Díaz-Canel al control popular para evitar aumentos de precios, ahora que desde agosto van a estar un poco más llenos los bolsillos del sector presupuestado.

Contra los aprovechadores

Ante cualquier aumento de precios, ministerios y gobiernos locales tendrán que estar prestos a dar respuesta, a partir de un imprescindible compromiso con la voz del pueblo.

Claro que no se trata ahora de una cacería de brujas contra el sector no estatal, sino de un actuar firme y responsable ante los aprovechadores. Y no se puede hacer tabla rasa con todos los particulares, porque hay que tener bien claro que la mayoría aprueba medidas que muchas veces, de una u otra forma, tienen impacto sobre una parte de sus familias.

Al mismo tiempo, y Díaz-Canel también ha insistido en esa idea, las empresas estatales tienen que asegurar bienes y servicios para satisfacer las nuevas posibilidades de consumo.

El aumento llega en pleno verano, cuando la gente gasta más. Esperamos entonces que también la oferta aumente.