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Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, era tanta la afrenta… Pero vive, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, señaló nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en su histórico alegato de defensa La Historia me absolverá.

Aquellos jóvenes de la Generación del Centenario revivieron, el 26 de Julio de 1953, las enseñanzas patrióticas y antiimperialistas de José Martí e iniciaron con el asalto al Cuartel Moncada, la nueva gesta emancipadora del pueblo cubano.

A 100 años del nacimiento del Apóstol, el aporte fundamental a la Generación del Centenario fue su tesis de la lucha armada revolucionaria como vía para alcanzar la liberación.

Los ideales patrióticos, antiimperialistas y por la justicia social influyeron decisivamente en la formación de esos jóvenes revolucionarios.

Sentimientos patrióticos, democráticos y progresistas

El Programa del Moncada refleja el plan revolucionario de Martí, cuya vigencia histórica está en que se consagró a encontrar las vías para defender los intereses de la población más explotada del país y la independencia nacional, y el lugar que a Cuba le corresponde desempeñar en América y el mundo.

Fidel hizo crecer la memoria del Maestro y le extrajo a su pensamiento vivo y profundo todas las lecciones necesarias para hacer independiente la Patria.

La gesta protagonizada por jóvenes de la Generación del Centenario y conducidos por Fidel el 26 de julio, fue símbolo de la vocación patriótica de los cubanos.

Las ideas del Apóstol constituyen un verdadero legado histórico y un referente obligatorio, las cuales sirvieron de guía para exponer las profundas raíces sociales de los males que aquejaban al pueblo cubano.