La Habana, Cuba. – No serán banales las sesiones de la Asamblea Nacional, que trabajará este fin de semana de manera extraordinaria, a partir de una convocatoria del Consejo de Estado.

El anuncio sorprendió a muchos, pero era inevitable, pues ese órgano legislativo necesita organizarse internamente antes de echar a andar el mecanismo de la nueva legislatura, esa que asumió en abril junto al presidente Díaz – Canel.

Para que se tenga una idea de la necesaria urgencia de la convocatoria, baste saber que hay que conformar las Comisiones Permanentes y los Grupos de Amistad, dos áreas de trabajo parlamentario que tienen importantes tareas no solo a lo interno del país, sino a nivel internacional.

Además conocer el experimento estructural que se realiza en Artemisa y Mayabeque es muy necesario para los parlamentarios, la mayoría de ellos nuevos en la labor legislativa.

Hacia una nueva Ley de Leyes

Uno de los asuntos más relevantes para la actual legislatura es avanzar en la elaboración de una nueva Constitución.

La Asamblea Nacional tiene que aprobar el proceso de Reforma Constitucional y la Comisión integrada por diputados, encargados de elaborar y presentar el proyecto de nueva Carta Magna.

La vigente Constitución, aprobada en  1076 y reformada en 1992 y 2012, tiene que adecuarse a los cambios que ha sufrido la sociedad en las últimas décadas, modificaciones que han ido mucho más allá de lo económico y apuntan sobre lo social, lo político y hasta lo demográfico.

Esta legislatura, cuyo ejercicio recién comienza, tiene por delante la colosal tarea de continuar la actualización del modelo cubano y para eso, este fin de semana, apenas comienza a calentar el brazo.