La Habana, Cuba. – Parece que en Latinoamérica empieza a remitir la ola de la derecha. Los mejores ejemplos son la Argentina de Macri y el Ecuador de Moreno.

El argentino, dentro de poco más de una semana tendrá que ir a las urnas con una expectativa muy baja, pues parece que la fórmula de los Fernández, con Alberto y Cristina, lo harán trizas en primera vuelta, después de cuatro años de desmadre neoliberal.

En el centro del continente, Lenin Moreno no la tiene mejor, pues la protesta de la gente en las calles lo obligó a echar atrás medidas muy impopulares. Habrá que ver qué tiempo soporta en el poder y sobre todo cómo satisface la voluntad colectiva.

Ambos gobiernos están separados por más de 4 mil 300 kilómetros, pero los une un tenebroso lazo con el Fondo Monetario Internacional y sobre todo la misma vocación neoliberal.

Señales de retroceso

Aunque casi acaba de llegar al poder, Bolsonaro ha continuado en Brasil el canon neoliberal que antes siguió Temer, tras sacar a Dilma del poder y encarcelar a Lula.

No anda por buen camino el excapita?, y como su maestro Trump, cada vez que abre la boca, mete la pata.

El actual presidente brasileño es el más ácido representante de una derecha latinoamericana que parece va a tener que batirse en retirada tras el desastre que han dejado en países que antes tuvieron gobiernos populares. Quizás sea muy pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero ya hay señales de retroceso y de reemergencia de la izquierda regional.

Puede ser que algunos tengan memoria corta o que otros se confundan, pero es sabido que más tarde o más temprano los pueblos reencuentran el camino perdido.